Comienza el 2011 lleno de incertidumbre, 53 años, parado, con un escaso subsidio de 4 meses y con un futuro que “a priori” se representa con un encefalograma plano. A eso se le llama comenzar con un reto.
Hace mas de un año, me arrodillaba ante mi Cristo, a ese en el que había puesto todas mis esperanzas, para darle las gracias por haber encontrado, de nuevo, un lugar donde ganarme el sustento y el de mi familia.
Un año, sin duda, maravilloso, precisamente junto a ese Cristo y precisamente en uno de los lugares donde había sido más feliz y que era como mi casa. Pero la Providencia tiene unos caminos que, a veces, son muy difíciles de entender y pone en nuestro camino a personas que, con el mayor de los descaros, se empeñan en que tu vida continúe siendo un infierno.
Desde la comodidad (y seguridad) de su puesto de funcionario y con la frialdad de saber que su resolución no le va a doler a él, un día cualquiera, tiene la brillante idea de prescindir de tus servicios, atendiendo a una extraña estrategia que le permitirá ahorrar a la empresa un miserable sueldo de novecientos cincuenta euros mensuales.
Yo sentiria un escalofrio al pensar que una familia va a quedar desamparada por ejercer yo un cargo, en el que ni siquiera estoy remunerado pero, en el que si tengo la potestad de arruinar la vida de una persona. Eso es poder, si señor.
Desde la comodidad (y seguridad) de su puesto de funcionario y con la frialdad de saber que su resolución no le va a doler a él, un día cualquiera, tiene la brillante idea de prescindir de tus servicios, atendiendo a una extraña estrategia que le permitirá ahorrar a la empresa un miserable sueldo de novecientos cincuenta euros mensuales.
Yo sentiria un escalofrio al pensar que una familia va a quedar desamparada por ejercer yo un cargo, en el que ni siquiera estoy remunerado pero, en el que si tengo la potestad de arruinar la vida de una persona. Eso es poder, si señor.
He de sentirme orgulloso porque, con ese capitalazo, la empresa se va a salvar de la ruina. Mi sangre hará que otras familiar puedan vivir ¿no os parece bonito?. El ahorro de mi sueldo obrará ese milagro.
Tener 53 años y encontrarse en esta situación ya es lo suficientemente malo como para fijarse en otros detalles que también son importantes. Pero, como quiera que la vida del parado está llena de momentos para pensar (¿será por tiempo?) y uno aun sigue haciendo la pregunta del millón: ¿por qué?, pues me fijo en varios detalles que no fallan en estas situaciones:
Nadie a tu alrededor, compañeros de fatigas, se inmuta por lo que te ha sucedido, pero en lo mas profundo de ellos están pensando: “Por lo menos no me ha tocado a mi”. Y tú te sientes como en esas imágenes en que a uno le están dando una paliza y el resto de la gente asiste impasible sin hacer nada.
Luego viene cuando todo el mundo te dice: “Yo, si veo algo, te aviso”. Y lo que es peor, están los que te dicen: “No te preocupes que rápidamente te busco algo, ya verás”. Todo mentira.
Y también están los que, con la pretensión de hacerte olvidar tu situación, quieren que salgas con ellos, que vayas a cenar, a este sitio y al otro, sin darse cuenta de que para ti se ha acabado esa vida porque tienes que comer y no sabes cuando durará tu condena.
Y la palabra "todo está muy mal" no justifica lo que te va a venir encima.
Y la palabra "todo está muy mal" no justifica lo que te va a venir encima.
Pero no todo es malo, en esos momentos aparece una figura en la que tu no habías reparado: aquel que, con un gesto, con una palabra, con estar simplemente a tu lado te está diciendo: “Yo no puedo prometerte nada pero estaré ahí a tu lado por si desfalleces”. Y se interesa por ti, y te escucha y te invita a un café y no habla de tu problema.
¡¡ Os juro que existe ¡!
Te encuentras animado hasta que llega la Navidad. Tú intentas que en tu cara no se note tu desasosiego, aunque no lo consigues.
Aquel regalo que deseabas para ella, que sí está a tu lado pase lo que pase, se esfuma hasta que lleguen tiempos mejores. Y ese otro que esperabas, debe quedar para mejor ocasión.
Todo lo que habias soñado se pone patas arriba y tu mundo se detiene.
Todo lo que habias soñado se pone patas arriba y tu mundo se detiene.
Y de tus ojos salta una lágrima cuando ves que “tu mayor” que ya se ha hecho un hombre, tiene un regalo para ti y para toda tu familia, y es él que toma el relevo en momentos difíciles. Es entonces cuando comienzas a valorar lo que tienes y lo que, sin saberlo, has ido forjando para obtener como resultado una buena persona.
Y curiosamente vuelves a pensar en aquel funcionario que te puso en esa situación, que seguramente ya se ha olvidado de ti (si es que se ha acordado en algun momento) y que pasará una Navidad alegre y llena de regalos, como debe ser, y que le deseará a todos sus amigos unas felices fiestas y un año lleno de cosas buenas.
Y curiosamente vuelves a pensar en aquel funcionario que te puso en esa situación, que seguramente ya se ha olvidado de ti (si es que se ha acordado en algun momento) y que pasará una Navidad alegre y llena de regalos, como debe ser, y que le deseará a todos sus amigos unas felices fiestas y un año lleno de cosas buenas.
Pero uno, que aún cree en la Providencia, está seguro que su felicidad esta por llegar.